Impacto Psicológico de la Pandemia en la Comunidad Universitaria

Impacto Psicológico de la Pandemia en la Comunidad Universitaria

Este martes 8 de septiembre de 2020, se llevó a cabo la tercera sesión de la serie de webinars

Retos de la educación médica en tiempos de COVID-19: “Impacto Psicológico de la Pandemia en la Comunidad Universitaria”.

Los participantes eran: la doctora Marcia Hiriart Urdanivia (moderadora), jefa de la División de Investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM. El doctor Marco Solmi, investigador principal COH-FIT. El profesor Samuele Cortese, profesor de Psiquiatría de la Niñez y la Adolescencia, encargado de COH-FIT (Reino Unido). El doctor Bernardo Ng, investigador COH-FIT (México). El doctor Andrés Estrade Vaz, investigador COH-FIT (Uruguay y Reino Unido). Y la doctora Ma. Elena Medina Mora, jefa del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM. (El doctor Marco Solmi no pudo asistir, debido a otro compromiso que tenía a la misma hora.)

El doctor Roberto Escalante (secretario general de UDUAL) declaró, durante las palabras de bienvenida, que el tema de la salud mental se ha mencionado, pero es necesario mencionarlo más. Las preocupaciones han estado enfocadas en el número de contagios y otros temas (como vacunas, el empleo o falta de ingreso, etcétera), todos muy relevantes, pero los impactos psicológicos que está teniendo la pandemia en la población universitaria y metauniversitaria son de la mayor importancia.

 

El primer ponente fue el profesor Samuele Cortese, quien habló de los desafíos que enfrentan los estudiantes y el personal universitario, debido a la pandemia de COVID-19. Situaciones como el cambio de modalidad presencial a clases virtuales; algunos efectos han sido positivos, pero es necesario tomar en cuenta que muchos estudiantes no tienen acceso a las actividades en línea; o también factores como que no todas las activities son aptas para transmitirse de modo virtual. Este es un fenómeno reciente y, por lo tanto, hay menos publicaciones arbitradas al respecto; los temas más comunes que surgen en los estudios se enfocan en: la prevalencia de ansiedad y depresión, además de otros aspectos de la salud mental y la calidad de vida (que no siempre se incluyen en estos estudios) u otros desórdenes mentales; y del manejo o tratamiento de los problemas, que pueden abarcar desde el ejercicio físico hasta apoyo de sus pares. Es cierto que estos estudios se han enfocado en los estudiantes, pero es necesario incluir al personal médico. También, respecto a los factores de las condiciones mentales, se han enfocado más en los riesgos, pero pocos se han enfocado en los factores de protección.

Se necesitan estudios de distintos países alrededor del mundo, para entender los diferentes impactos y cómo cada país está lidiando con la pandemia. Y por esa razón es que se pone el foco en la inicativa Collaborative Outcomes Study on Health and Functioning During Infection Times, COH-FIT por sus siglas en inglés (es intencional que haya una semejanza fonética con COVID). Esta es una encuesta anónima, en línea, que puede ayudar a entender el estado de salud física y mental de la gente alrededor de todos los países. El proyecto COH-FIT dio inicio en abril de 2020 y solo participaban dos países, Estados Unidos e Italia. La encuesta es ahora una colaboración global que incluye seis continentes, se encuentra en 29 lenguajes, en más de cien países, participan más de 50 instituciones y más de doscientos colaboradores.

Como resultado de la encuesta, se examinan, entre varios otros, los factores que son modificables contra los que no se pueden modificar. Este estudio no es solo para obtener prestigio académico, la intención es que se pueda intervenir y mejorar las condiciones de la gente, es un estudio que quiere ser útil para quienes toman decisiones para la sociedad.

 

El doctor Andrés Estrade habló de las cifras que presentan los países de Latinoamérica que ya están participando activamente en el proyecto COH-FIT y las medidas que cada uno ha aplicado; por ejemplo, Brasil tiene el segundo lugar en número de casos y de fallecimientos, mientras que Colombia está en sexto lugar de número de casos; y mencionó que esto tiene relación con hechos como la aplicación de medidas laxas en países como Brasil; en contraste, Argentina ha aplicado medidas más estrictas. Aclaró también que es importante tomar en cuenta las diferencias internas entre cada país, pues todos son heterogéneos. Uruguay, por ejemplo, nunca tuvo cuarentena obligatoria. Dijo que es muy importante tener resultados de distintos países, pues en cada uno tiene diferentes condiciones. Invitó también a que más países se sumen al proyecto de COH-FIT, pues eso mejorará el muestreo y los resultados.

 

El doctor Bernardo Ng, por su parte, inició hablando de los fenómenos que se han observado en México, un país que está entre los primeros lugares de fallecimientos y de contagios en todo el mundo; y el alto número de muertes de personal sanitario, además de fenómenos como respuesta al miedo o la incertidumbre. Según el doctor Ng, en Vancouver se habla ya del Síndrome de Estrés por COVID, que incluye, entre otros: miedo a infectarse, síntomas traumáticos como pensamientos intrusivos o pesadillas y xenofobia. Y está también la fatiga por uso de Zoom, plataforma virtual que cuenta ya con más 300 millones de usuarios al día.

Por lo anterior, el doctor enfatizó que la incipiente participación de México en el proyecto COH-FIT es muy importante, y resaltó que colaborar en esa encuesta es fundamental, pues de ahí se obtendrán los datos para orientar medidas preventivas y sobre todo reinserción en la sociedad.

 

La última ponencia corrió a cargo de la doctora Ma. Elena Medina, quien habló de la salud mental de los jóvenes en México, en general, y de los jóvenes universitarios. Según las cifras relativas a la salud mental ha aumentado el abuso de sustancias y la población más afectada se encuentra entre los 15 y los 30 años; hay factores como que los jóvenes (varones) pierden esperanza de vida por asesinato; también han crecido las tasas de suicidio. En relación con psicopatologías en estudiantes universitarios (la UNAM no participa en este estudio), hay gran malestar entre los jóvenes; la diferencia entre hombres y mujeres es que en las mujeres se presenta más depresión, mientras que los hombres presentan más problemas de conducta.

Al indagar sobre el tratamiento, la mayoría declara que prefiere la interacción cara a cara antes que un tratamiento mediante herramientas tecnológicas (como consultas a distancia).

Y en cuanto a la atención a la comunidad universitaria de COVID-19, antes de la pandemia se recibieron 5129 visitas a la página electrónica de ayuda. Y durante la pandemia han ingresado 16 244 (más del triple), contestaron el tamizaje y fueron canalizados de acuerdo con el nivel de riesgo que presentaban.

En el flujograma de atención a la salud mental del personal de salud COVID-19 hay cinco clínicas virtuales para grupos de problemáticas con mayor probabilidad a lo largo de la continua de emergencia. La primera (C1) es de crisis emocionales, riesgo suicida y casos graves; y la quinta (C5) es de duelo y final de la vida. Entre una y otra se encuentran temas como el consumo de sustancias (C2), ansiedad (C3) o estrés postraumático (C4). La doctora habló también del Programa de Intervención en línea para la comunidad universitaria que proporcionó atención a través de una plataforma de telemedicina desarrollada con el apoyo del Departamento de Informática Biomédica de la Facultad. Entre los resultados que se detectaron, se encuentran los principales problemas de los estudiantes, que incluyen: depresión 91%, ansiedad 93% o problemas de sueño 94%, entre varios otros.

Como conclusión, la doctora enunció que la edad joven es una etapa de riesgo, no solo en México, sino en el mundo; esta etapa coincide, por ejemplo, con la época universitaria. Es importante conocer las necesidades de los jóvenes y es un hecho que la pandemia tuvo un impacto importante en la salud mental de la población, por lo que los jóvenes universitarios no están exentos; el personal de salud se encuentra en mayor riesgo, por las condiciones en que trabaja.

Al final de la sesión, se volvió a enfatizar la invitación a que la población en general se sume a la iniciativa de COH-FIT, para poder recabar datos fidedignos de la población e incorporarlos a los resultados internacionales. La encuesta se halla en español, si es demasiado larga (alrededor de media hora, en promedio, para una persona adulta) se puede pausar y volver a ella posteriormente, y es anónima. Se puede ingresar en esta dirección: https://www.coh-fit.com/?lang=es

Decisiones institucionales frente a la pandemia

Decisiones institucionales frente a la pandemia

Este martes 1 de septiembre de 2020, se llevó a cabo la segunda sesión de la serie de webinars

Retos de la educación médica en tiempos de COVID-19: “Decisiones Institucionales frente a la Pandemia”.

Los participantes fueron: la doctora Maria del Coro Arizmendi (moderadora), directora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM. El doctor Germán Fajardo Dolci, presidente de ALAFEM y director de la Facultad de Medicina de la UNAM. La doctora Asa Oxner, vicepresidenta profesora asociada en Medicina Interna de la Universidad Florida del Sur, (Estados Unidos). Y el doctor Ocean Williams, director de Sea Mar Global Health Connect, médico especialista en Medicina Familiar del Centro de Salud Comunitario Sea Mar en Seattle, profesor del área clínica del Departamento de Medicinia Familiar de la Universidad de Washington, Seattle (Estados Unidos).

Los tres ponentes hablaron sobre cómo cada institución a la que pertenecen está enfrentando la pandemia desde el punto de vista educativo. Los tres coincidieron en que lo más importante era mantener a los estudiantes a salvo y protegidos de posibles exposiciones a contagios. Por esa razón, en los tres casos se aclaró que los estudiantes no tenían contacto directo con pacientes que fueran sospechosos de COVID-19 y, mucho menos, pacientes confirmados. Cada institución está implementando protocolos distintos para que los estudiantes puedan continuar con su formación, aún sin horas clínicas, en especial gracias a las herramientas tecnológicas con que se cuenta hoy en día.

 

La doctora Asa Oxner habló de la telemedicina y los servicios de consejería. Alumnos y residentes pudieron participar en dinámicas a distancia a las que, de otro modo, tal vez no hubieran tenido acceso. Uno de los ejemplos que puso es que hay pacientes sospechosos o confirmados de COVID-19 que, aun desde casa, pueden tener monitorieo gracias a un dispositivo muy parecido a un reloj de pulsera (muy semejante a un applewatch), que permanentemente comunica los niveles de oxígeno, frecuencia cardiaca o temperatura; los estudiantes pueden monitorear esos signos a distancia, sin tener contacto con el paciente y, por lo tanto, sin ponerse en riesgo. El monitoreo de signos vitales en casa es de veinticuatro horas, los siete días de la semana; si hay anormalidades en los signos vitales, por ejemplo, que los niveles de oxigenación no se restablezcan, los médicos llaman al paciente y si después de aplicar el protocolo no hay mejoría, se lleva al paciente al hospital. La doctora Oxner también explicó las medidas que se están tomando, no solo para proteger a los estudiantes, sino para continuar con su educación; los alumos, por ejemplo, pueden hacer videovisitas a los pacientes, por las tardes, así se aseguran de que los pacientes en cuarentena se encuentren estables. Según la doctora, en su rotación usual, alumnos no hubieran podido tener acceso a estas dinámicas.

Ya en la sesión de preguntas y respuestas se abundó sobre el hecho de que los estudiantes no están en contacto con pacientes graves de COVID y, mientras las condiciones sanitarias no estén garantizadas, no podrán regresar a las prácticas en hospitales como se venían dando hasta inicios de este año. En el caso del doctor Ocean Williams, en Sea Mar, detalló que la experiencia de los alumnos con la telemedicina ha sido muy buena: “He notado que les gusta mucho, porque pueden centrarse en la historia clínica; pueden poner al paciente en espera si lo necesitan y llamar al académico para una conferencia; pueden hacer una observación directa entre académico y estudiante, ambos por teléfono, pero sin la distracción de que el académico esté en la visita en persona, los estudiantes así se sienten más independientes, pero con adecuada supervisión, y quizá por eso les gusta”.

Ante las interrogantes que le hicieron al doctor Fajardo, éste detalló que la Fundación Slim  y el CIE financian el hospital que se instaló en el Centro Citibanamex: “De la bata blanca, como se dice, el hospital es atendido por médicos de la secretaría de salud de la CDMX.  Y un número importante de médicos contratados para este fin son egresados de la UNAM”. Ante la pregunta de quién proporciona el equipo de protección al personal médico, dijo que son las propias instituciones de salud y de seguridad social, pues son quienes tienen que proveer equipo a los internos y a los residentes, desde luego.

La serie de webinars seguirá llevándose a cabo hasta el mes de octubre. La siguiente sesión será el martes 8 de spetiembre, con el tema “Impacto psicológico de la pandemia en la comunidad universitaria”.

El doctor Ocean Williams recordó que el primer paciente de Estados Unidos que se confirmó como paciente de COVID-19 fue cerca de Seattle, hace unos siete meses. En Sea Mar, las rotaciones clínicas de pregrado estuvieron canceladas de marzo a junio. Y  los estudiantes no atendían pacientes de COVID. En este momento, de hecho, si llegan a tener contacto con estos pacientes es solo con quienes no están graves y es a discreción del médico. Una de las estrategias educativas que se propusieron fue preguntarle a los alumnos si querían cambiar a una evaluación de solo aprobado o reprobado, los estudiantes dijeron que con ese método no podían mostrar todas sus habilidades, y prefirieron no cambiar a un sistema binario, pues les preocupaba ser menos competitivos que otros estudiantes en el momento de aplicar para una residencia, también los desalentaba la idea de hacer muchos exámenes. Evidentemente, se siguen todos los protocolos para cambiar las dinámicas de las rotaciones: lavado de manos, uso de mascarillas, uso cubrebocas; se toma la temperatura constantemente y se mantiene la distancia física; las reuniones son por teléfono, no comen juntos ni se reúnen en grupo bajo ninguna circunstancia e incluso descansan en sus propios autos o hacen caminatas, pero ir en grupo.

Para brindar atención médica, se recurre a la telemedicina. Se hacen las citas vía telefónica o por video, a menos que se identifique como necesario acudir en persona para un estudio, una ecografía obstétrica, la aplicación de vacunas, etcétera. Si hay pacientes sospechosos de COVID-19, se les aplica la prueba para ver si tienen el virus, se les pone en cuarentena con objetivo de aislar a pacientes sospechosos y casos positivos. También se le agenda una cita a los pacientes y se realiza la prueba de COVID desde su propio coche. Los estudiantes pueden atender a una sesión por video. Al final se platica por teléfno sobre los casos más interesantes, para que todos puedan aprender.

 

La última intervención fue del doctor Germán Fajardo, quien habló de algunas de las decisiones institucionales de la UNAM frente a la pandemia. Mencionó que del programa “Dona un kit”, ya se han entregado más de 600 000 kits a los residentes, es un programa vigente y se invita a toda la comunidad universitaria a unirse, no solo por lo que significa hacer esa donación, sino porque es una manera de reconocer la labor de los residentes. Además, la UNAM está llevando a cabo varias iniciativas, en conjunto con instituciones privadas como el Hospital ABC, el Tec de Monterrey, la Fundación BBVA o la Fundación Slim. Una de las actividades, por ejemplo es que en conjunto con el Tec Monterrey y con la fundación BBVA, se implementaron cursos sobre cosas prácticas, como cómo entubar un paciente con COVID, pues no solo se trata de ver el video de manera asincrónica (cuando el alumno lo solicite), sino que estos cursos se han esforzado por hacer la simulación, para ayudar a los estudiantes en su aprendizaje, aunque no estén directamente en contacto con el paciente.

 

El doctor Fajardo hizo énfasis en el hecho de que este es un momento histórico sin precedentes y la prioridad es la seguridad de los estudiantes, por supuesto a la par que la de los pacientes. En cuanto a la enseñanza clínica, se está abordando con casos de simulación en línea. Dijo también que, dado el tamaño de la comunidad universitaria, es muy difícil poder regresar a la enseñanza en los hospitales sin una vacuna, por la gran cantidad de alumnos.

Finalizó su intervención subrayando que es necesario que nos adaptemos a la situación actual. En este momento no se tienen respuestas únicas, sino parciales y temporales: “Solo juntos funcionarios, docentes y alumnos podremos enfrentar esta situación única que estamos viviendo y enfrentando”.

Importancia de la acreditación internacional

Importancia de la acreditación internacional

Este martes 25 de agosto de 2020 dio inicio la serie de webinars Retos de la educación médica en tiempos de COVID-19 y para inaugurar la serie, se llevó a cabo la primera sesión: “Importancia de la acreditación internacional”.

Los participantes fueron: el doctor Germán Fajardo Dolci (moderador), presidente de ALAFEM y director de la Facultad de Medicina de la UNAM; el doctor Williams Pinsky, presidente y director ejecutivo de la Comisión para la Educación de Médicos Graduados en el Extranjero (ECFMG’s), el doctor David Gordon, presidente de la Federación Mundial de Educación médica (WFME), la doctora Irene Durante Montiel, presidenta del Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica A. C. (COMAEM) y el doctor Martin Hart director adjunto del Consejo Médico General (GMC), Reino Unido.

Al inicio a la sesión, el doctor Roberto Escalante Semerena, secretario general de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL) dio la bienvenida y agradeció a los participantes y a las instituciones involucradas. Y el doctor Germán Fajardo dio una brevísima introducción, diciendo que la pandemia en la que vivimos es una situación sin precedentes, y ésta es la más importante crisis de la humanidad de las últimas décadas, quizá siglos. Mencionó que es importante observar cómo estamos respondiendo ante estos retos y qué tenemos que hacer en estas condiciones, cuál es nuestra responsabilidad en este tiempo sin precedentes. Antes de ceder la palabra a los ponentes, mencionó que: “En los últimos años se ha transformado la pedagogía y la manera en que se enseña la medicina […]. sin embargo, frente a esta nueva situación se presentan otros retos: ¿cómo cambiar a la educación no presencial en el área médica y, sobre todo, clínica? Estos retos incluyen adaptación e innovación. Situaciones extraordinarias requieren respuestas extraordinarias”.

El doctor Martin Hart dio inicio a las participaciones académicas, con la exposición “The GMC’s responsibilities for medical education and training in the UK”, en la que explicó brevemente el rol del General Medical Council: son responsables de regular todas las etapas de la educación y entrenamiento médicos; también asesoran a los doctores en cuanto a estándares de conducta profesional, desempeño profesional y ética médica. En el Reino Unido, el entrenamiento médico requiere entre ocho y diez años para completarse. El GMC promueve también la excelencia de los parámetros de enseñanza de pre y posgrado en el área médica. Recalcó que la situación del Reino Unido, en donde el GMC es un organismo regulatorio, este es independiente del gobierno.

El segundo participante, doctor Williams Pinsky, colaboró con la exposición “The Quality of Medical Education in Times of COVID-19”. Como presidente de la Educational Comission for Foreign Medical Graduates (ECFMG) y miembro de la Foundation for Advancement of International Medical Education and Research (FAIMER), el doctor Pinsky habló de los requerimientos que establecen estas dos instancias para la certificación internacional. Aunque los requerimientos han cambiado con los años, siempre ha habido dos requisitos básicos: demostrar habilidades clínicas y demostrar el dominio del idioma inglés. Los requisitos generales de elegibilidad cuentan con restricciones como, por ejemplo, haber fallado dos veces o más el Examen de Licencia Médica de Estados Unidos.

El doctor David Gordon, por su parte, tituló su intervención como “Medical Education in the Times of COVID”, en referencia a la novela El amor en los tiempos del cólera (de Gabriel García Márquez). Con base en su experiencia, se centró en cuatro puntos fundamentales relativos a la enseñanza de la medicina en este momento histórico:

  1. Las escuelas de medicina tienen un rol importante de liderazgo, pues deben ayudar a la sociedad a lidiar con la pandemia.
  2. No es la primera vez que sucede un hecho como este en la historia: “Hace cien años hubo una pandemia de influenza, pero tres décadas antes, por ejemplo, Europa se vio infestada de cólera[…]. Estamos creando lecciones para las generaciones futuras sobre cómo entender y manejar esta pandemia, así como nuestros predecesores crearon lecciones para nosotros.
  3. La medicina necesita practicarse de manera presencial.
  4. Es indispensable que los estudiantes de medicina, igual que el personal médico, acudan a los hospitales. Los estudiantes de medicina son absolutamente esenciales.

Finalmente, la doctora Irene Durante habló de la importancia de acreditación internacional y puntualizó que a fines de agosto (en los próximos días) se dará a conocer el procedimiento y programación de las visitas de evaluación a distancia. El COMAEM tiene nueve escuelas y ya se les ha informado al respecto. Como los procedimientos deben adaptarse a la situación y han ido cambiando, la asamblea del COMAEM va a ir valorando los cambios en cada reunión; la sigiente se llevará a cabo a fines de septiembre.

La serie de webinars constituye una gran oportunidad para integrar y estrechar lazos de colaboración con instituciones y organismos de los niveles nacional e internacional. Esto, con la finalidad última de contribuir al progreso de la educación médica a partir del análisis de aquello que los profesionales de la salud y docentes hemos aprendido en el transcurso de la contingencia sanitaria por el virus SARS-CoV-2.

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